Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Grandes viajes y aventuras por el continente Africano

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Re: Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Notapor AOV el Lun Oct 22, 2012 4:16 pm

10ª CRONICA. ETAPA 12. DEL VALLE DEL RIO BANI A SIKASSO

día 16 de agosto. Del río Bani a Sikasso. LA RUTA DE LOS ESPIRITUS.



Ya estábamos al sur del río Bani. Si antes de venir al "XI RAID A BURKINA" hubo alguna inquietud en los participantes dadas las condiciones de inseguridad que existían en el desierto, llegados a estas latitudes todos pudieron tranquilizarse definitivamente. El el río Níger trazaba la frontera del Sahara, pero su afluente el Bani era el limite sur del Sahel, incluso. Ya estábamos en África Negra propiamente hablando. Estas regiones siempre habían sido frontera entre los reinos bambara de Malí y los reinos Negros del Golfo de Guinea, los reinos akan de Ghana o los yoruba de Benin. ¡Si ya era impensable que los djihadistas del desierto atacasen en territorio de Negros bambara, que alguno se pudiese aventurar en estas regiones animistas era absolutamente descabellado!. Circulando por aquí ya estábamos absolutamente a salvo de ese peligro.

Yo se lo comenté a los compañeros pero no sé si me explique bien. Era difícil contar esas cosas africanas a los europeos. Meterme en mas profundidades sociales locales no tenia sentido; ¡los compañeros venían allí de vacaciones!. Ademas, ¿como explicar lo que estaba pasando estos últimos años allí, en Malí?. ¿Como expresar la sensación que tenían los malís de que la Comunidad Internacional se estaba metiendo en su pais como un elefante en una cacharreria?. Era complicado expresar en pocas palabras el "pele-mele" que se estaba liando en el extranjero entre djihadistas salafistas, habitantes saharianos malís y ciudadanos de la moderna República de Malí en general... Ayer, en Bamako, oí el Telediario local hablando del rechazo que una parte importante de Partidos Políticos nacionales tenían frente a la llegada de soldados extranjeros para "luchar contra los terroristas" en Mali, aunque fueran estos de la Unión Africana. No era rechazo contra la democracia o contra los golpistas del capitán Sanogo, una cosa o su opuesta, sencillamente era contra la injerencia en los asuntos nacionales. ¿Porque no se manifestaban contra los tuareg del Norte o los extranjeros djihadistas...?; porque no había ningún escenario de agresión entre estos y los malís. Hoy seguíamos rodando por Malí, ciertamente, pero ahora estábamos mas seguros allí que en el mismísimo centro de Madrid o Barcelona, donde muchos salafistas gustarian poner bombas...

Ayer debíamos haber llegado a Sikasso. Pero nos quedamos a mas de 200 kms. de distancia, que nos tocaba recorrer hoy por la mañana. Pero no pudimos hacerlo; la pista de arcilla roja estaba llena de agujeros, nos llovió a ratos, hubo momentos en los que parecía que circulábamos por el cauce de un río... Forzamos la marcha. ¡Aquello parecía realmente un RAID competitivo!. Nadie paraba para mirar atrás. Los coches sufrían. Yo recuerdo solamente dos detenciones en toda la mañana, una para "ir al servicio" y otra en un poblado para limpiar los cristales y descansar un poco.

Finalmente llegamos a Sikasso pasado el medio día. A la entrada de la ciudad estaba el htl. 2* "Wassoulou", donde teníamos el "Control de Paso nº 9" anoche y donde podríamos encontrar un buen sitio para comer. Yo recordaba un establecimiento solitario en lo alto de una colina con vistas sobre la sabana pero no lo encontraba. Di varias vueltas... ¡alrededor del hotel sin reconocerlo!. Seguía en lo alto de la colina, pero ahora estaba rodeado de otros edificios y protegido por una valla todo alrededor que impedía la vista panorámica. Finalmente un hombre que estaba allí sentado mirándonos extrañado nos dijo eso de...
- "¡Pero hombre!, ¿no lo ves ahí?, ¡si estas dando vueltas alrededor...!".

Durante la comida replanteamos la continuación. Hoy debíamos haber llegado al valle de Banfora, en la vecina Burkina Faso. Podríamos hacerlo durante la tarde... ¡pero "saltándonos" los pasos por las grutas de Missirikoro y "con la lengua fuera" el resto del día!. Deliberamos y nos pusimos de acuerdo para seguir tranquilamente pasando por todos los lugares previstos en el "XI RAID" aunque "fuera de horas". Queríamos ver las grutas sagradas y, ademas, teníamos cosas que hacer en Sikasso; cambiar dinero, rellenar los depósitos de gasoil, tirar unas fotos también... El dinero no lo pudimos cambiar porque los Bancos estaban cerrados por la tarde. Pero las grutas sí las pudimos visitar. Aunque fueron un poco decepcionantes; estaban llenas de gente de lo mas pintoresco, incluidos un par de típicos "guiás" pesados, un loco que estuvo siguiendo a Eduardo todo el rato, Edu se preguntaba si era homosexual, y un hombre que estaba azando en una huerta y nos lo presentaron como "un hombre santo"... También nos enseñaron el altar de sacrificios, donde se veían los agujeros del sitio donde ponían los pies los hombres, o el culo las mujeres para sentarse... Fue una visita un poco rara.

Al atardecer recorrimos la veintena de kilómetros que quedaban hasta la frontera. La carretera era bastante buena y atravesaba una zona muy verde y frondosa, con las primeras colinas que veíamos desde que nos fuimos de Bamako ayer por la mañana. Mucha gente dice que las fronteras africanas están trazadas arbitrariamente sin relacion con las realidades locales, pero yo siempre he notado diferencias étnicas, geográficas o culturales cuando las he cruzado en África del Oeste. Allí se diría que estábamos cruzando a otra dimensión; la horografia mas agreste y la vegetación mas verde, los poblados mas numerosos con casas de techos de paja en vez de techos de barro, los campos mucho mas cultivados, y los funcionarios de Burkina Faso mejor vestidos y equipados. Las Oficinas del Puesto malí por el que salimos eran de adobe, como las casas de sus poblados, pero las del Puesto burkinabe por el que entramos eran autenticas casas de ladrillos y techos de Uralita, con aparcamientos para los coches provistos de iluminación publica.

Lo de la iluminación os lo cuento porque se nos hizo de noche, finalmente. Pudimos pasar los Controles de Aduana, Gendarmeria y Policía de salida de la Rep. de Malí, pero no nos dio tiempo a pasar los tres de entrada en Burkina Faso. Es curioso; aquello era una Unión Monetaria y Aduanera, todas las antiguas colonias francesas, tenían la misma moneda, mismo idioma, mismas leyes mercantiles y una Sociedad de uno de los países podían trabajar en los otros, no se pedían visados entre ellos, etcétera... ¡Pero atravesar una frontera era la cosa mas liosa del mundo!. Tardamos mas de tres horas en atravesar esta, y como se nos hizo tarde y el Puesto se cerraba a las 20.00 h., en el ultimo Puesto, el de la Aduana burkinabe, el jefe nos dijo que durmieramos por allí, por donde pudiésemos, y que volviéramos mañana por la mañana a terminar los tramites. ¡¡Finalmente, hoy no podíamos cruzar del todo!!.

Quedamos un poco desorientados. Aquella era otra de esas curiosidades particulares africanas. Era de noche cerrada, ya. Y no nos apetecía acampar en el parking entre los camiones bajo los focos y junto al grupo electrógeno. Así que nos metimos por un camino que salia a la derecha, hacia la oscuridad del campo. Dimos unas vueltas a ciegas y, finalmente, acampamos delante de una especie de chalet. Montamos las tiendas, abrimos las mesas y las sillas, encendimos los camping-gas... ¡y llego un guardia uniformado en moto a preguntarnos qué hacíamos allí!. Dijo que esa era la casa del Director de la Aduana, precisamente. Gracias a Dios luego salio él de dentro, miró asombrado, y nos dijo que nos podíamos quedar si no metíamos ruido. Cenamos y dormimos allí.


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Re: Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Notapor AOV el Lun Oct 22, 2012 8:25 pm

11ª CRONICA. ETAPA 13. DE SIKASSO A GAOUÁ

día 17 de agosto. De Sikasso a Gaouá. LA RUTA SENOUFO.



En los años 90 yo trabajé en Burkina Faso. Estuve allí muchos años, me casé, nacieron mis hijos, me gustaba mucho... Solo me marché por razones laborales. ¡No lo debía haber hecho!. Aquella mañana del viernes 17 de agosto regresé mas feliz que unas castañuelas a la tierra que me había robado el corazón hace veinte años. ¡Que bonito era aquello!. No solo es que la gente fuera encantadora, el clima bueno, el paisaje precioso... No solo es que allí se trabajara bien, recuerdo que cuando llegué abrí mi Negocio en unos días y por "cuatro pesetas" como quien dice, mientras que al regresar a España pude comprobar que aquí es prácticamente imposible a menos que seas todopoderoso... ¡Es que allí la vida era eso exactamente!: ¡Vida!. Existía. Yo la conocí personalmente allí. Cualquiera podía encontrársela fácilmente cada día al levantarte y no la perdías de vista ni por la noche, ¡no nos acostábamos poniendo el despertador como si fuese tiempo muerto!. Los que vivíamos allí y conocíamos los dos mundos nos reíamos cuando alguien decía que Burkina Faso era "un país subdesarrollado". "¿Subdesarrollado...??. jua, jua, jua... ¡Menudo subdesarrollo...!". "El único que es "Grande" es Dios. Los Blancos no son grandes", decía mi suegro, que conocía Francia. El tiempo burkinabe era poderoso como los leones de su sabana, no una brevedad ridícula como el que tenemos en España. Era parsimonioso como sus elefantes, no una birria como el que vemos corriendo por aquí, que parecemos todos conejos asustados...

Ahora aquí, recordándolo para escribir el relato del "XI RAID A BURKINA FASO, AGOSTO 2012", me pongo melancolico y algo deprimido. Pero recuerdo que aquella mañana cuando llegamos a Burkina Faso yo estaba feliz. Estaba en el séptimo cielo, el corazón henchido, yo no cabía en mí de alegría. Al pasar la barrera de la Aduana y ponerme a circular sentía que las puertas del universo se abrían delante mio, algo así debió sentir Abraham cuando cruzaba el Mar Rojo.... Guardando las distancias, claro. Rodamos medio centenar de kilómetros por territorio senufo bajo una suave llovizna que hacia brillar la selva. El cielo estaba cubierto de nubes. Se veían bien cuidados poblados senufo de casas de barro pequeñas, redondas, sin ventanas y con techos de paja amarilla espesa que dejaban escapar el humo de las fogatas de las cocinas. Tenían los patios limpios. Había cabras enanas, gallinas grises con motas oscuras y cerditos también muy pequeños que cruzaban la carretera con gran peligro asustados al vernos llegar. Había que circular despacio porque también cruzaban niños. Llegamos a Orodara, una población mas grande. Había casas de cemento con techos de planchas metálicas onduladas, algunas con jardines descuidados delante, casi como huertas. La carretera la atravesaba por el centro, pero se veían bocacalles que salían a derecha e izquierda. Todos los edificios eran de una sola altura excepto los que bordeaban la carretera, que eran de dos o tres pisos algunos. Había Bancos, gasolineras, se leía publicidad de algún Colegio privado o de algún bar y restaurante, pasamos delante de la Alcaldía y de La Post, Correos. También pasamos un Cuartel de la Gendarmeria que parecía de la Guardia Civil española, rodeado por un muro y con las casas de los gendarmes dentro, junto a los Garajes y las antenas de comunicaciones. Había un mástil con la bandera del país, muy parecida a la portuguesa pero con una estrella amarilla de cinco puntas en el centro reminiscencias de cuando este fue el ultimo país oficialmente marxista-leninista de África; cuando aquella estaba adornada con una hoz y un kalashnikov, que ya han desaparecido...

Justo a la salida del pueblo tomamos un desvío a la derecha. Y entramos en una pista bonita, roja, ancha y umbría con viejas acacias a derecha e izquierda de épocas de la colonización francesa, de principios del siglo pasado. Las ramas subían hasta muy arriba y se juntaban en el cielo. También por allí había mucha gente andando por las cunetas. Unos 50 kms. mas allá llegamos a lo alto de un minipuerto de montaña, y lo empezamos a bajar, Se veía el valle del río Banfora al otro lado. Se veía una enorme plantación de caña de azúcar muy verde distribuida en parcelas redondas. Por los limites norte, a nuestra izquierda según bajábamos, se veía caer una cascada de agua marrón. Por el sur se veía una selva frondosa. Bajamos hasta abajo y nos encontramos un pueblo. No aparecía en mi mapa "Michelín" y no tenia un cartel con el nombre a la entrada. Pero luego llegamos a una Planta de manufacturación de la caña de azúcar con un cartel grande que ponía "SOSUCO" y vimos que todas esas casas debían ser de gente que trabajaba allí. No eran buenas ni malas construcciones, eran adustas, recias y sencillas. Solo para dormir. Rabia alumbrado publico con unos cables que iban hasta la fabrica.

Rodando independientemente, cada uno por su lado, todos fuimos pegados a las colinas que bordeaban el valle hacia el sur rumbo al lugar donde teníamos fijado el "Control de Paso nº 23". ¡Era para ayer, a las 15.00 h., pero nos dio igual!. Queríamos ver las cascadas de Karfiguela, donde estaba fijado. Y allí nos reencontramos. Nosotros llegamos los últimos. Había un aparcamiento en una zona de vegetación muy espesa, con un cartel que nos obligaba a pagar una tasa de 500 francos CFA, algo menos de un euro. También había un chiringuito vacío, un cobertizo para descansar y un chamizo en el que una señora extendió algunas figuras de madera a la venta. Eran estatuillas y mascaras baratas, y algún bronce.

Tras la visita a las cascadas seguimos ruta rumbo al lago Tangrela, que estaba exactamente en el centro geográfico del valle, unos 10 o 20 kilómetros mas allá. Entonces atravesamos una zona de plantaciones de arroz muy bonita. La pista estaba prácticamente desaparecida porque por allí la gente de los pueblos se movía en Mobylette o bicicleta. Solo se veía un estrecho sendero entre los juncos de derecha e izquierda. Pero pasamos. Íbamos todos los coches juntos. Cuando el terreno despejo nos encontramos entre los arrozales. Había mucha gente trabajando en grupos de diez o veinte con los pies descalzos metidos en el agua y el barro plantando arroz. Ahora tocaba esperar las lluvias, inundarlo todo y ver como crecía hasta el mes de octubre, cuando se recogería. Llegados al otro lado de los arrozales pasamos unas zonas secas en las que había bonitos poblados senufo karamogó de casas de barro y techos de paja.

Y llegamos al lago Tangrela. Era de unos dos kilómetros de largo por unos tres de ancho. En las riberas se veían acostadas barcas de madera muy rusticas, con tablones largos y anchos algunos atados con cuerdas vegetales, incluso. Muy muy rusticas. Esther, Pere, Pau, Carmen, Santiago y Virginia se subieron a uno porque el pescador les dijo que les iba a llevar al otro lado para ver a los hipopótamos. Pagaron unos pocos euros, subieron... ¡y se les pusieron los pelos de punta cuando empezaron a notar que entraba agua por todos lados!. Pau temblaba por su "I-Pad", Esther se veía nadando entre cocodrilos, Pere y Santiago no hacían mas que reír un poco nerviosos... Y todos achicaban agua con unas calabazas y unos botes de lata que había allí. La excursión fue todo menos tranquila y, ademas, no vieron a los bichos. El pescador dijo que estaban debajo del agua, aguantando la respiración; ¡vaya pulmones!.

Después de comer unos bocadillos salimos al pueblo de Banfora, mas moderno, y nos pusimos rumbo a Gaouá. Miramos el plano "Michelín" ¡y notamos que había 200 kms. de pista!: No es que no lo supiésemos con antelación, pero es que esta pista debíamos haberla hecho hoy durante todo el día: Pero como ayer nos quedamos en la frontera, hoy se nos había amontonado el kilometraje.
- "No pasa nada", "Pas de panique", "Vamos que nos vamos", allí lo único que no había eran ganas de aburrirse. Salimos todos pitando rumbo este por una pista larga, recta, ancha y rápida con algunos trechos de baches que no quitaron a nadie el buen humor. Ademas, el buen tiempo acompañó, y todos pudimos llegar al htl. 2* "Hala" de Gaouá antes de que se hiciera de noche a eso de las 20.00 horas locales. Muy bien también.


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Re: Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Notapor AOV el Jue Oct 25, 2012 3:04 pm

12ª CRONICA.  ETAPA 14.  EN GAOUÁ

día 18 de agosto.  En Gaouá. LA RUTA LOBI.



El sábado 18 de agosto fue el mejor día. Hubo de todo; una interesante guerra tribal entre lobis y mossis, divertida conducción sobre pista muy deslizante, visita a exóticos poblados indígenas, interesantes mujeres buscando oro en las colinas, siesta y buena comida... ¡Hubo de todo!.  

Ayer, cuando llegamos al hotel 2* "Hala" de Gaouá nos encontramos al joven propietario libanes Ikchmed plantado en jarras delante de la puerta principal con cara de circunstancias.
- "Os estaba esperando. ¡Pensaba que no ibais a poder llegar!. ¿No habéis encontrado "dozos" lobi en la pista?. Están en rebelión ", me dijo sentándose en la barra del bar. Los "dozo" eran los cazadores-guerreros armados tradicionales.
- "¿¿Qué...??". No acerté a decir nada. Uno se lo podía esperar todo en África siempre, pero reconozco que mi capacidad de sorpresa era constantemente superada.

Con una cerveza "Castel" local 66 c.c. de testigo me explicó que toda la semana estaba siendo "movidita". Por lo visto hace unos días habían encontrado tirado en una acequia descuartizado, sin lengua ni sexo, un niño de unos 14 años de un "soukhala" cercano. El chico había aprobado el curso y su abuelo le había regalado una cabra. Aquel día que desapareció se había venido andando 10 kms. hasta el Mercado de Gaouá para venderla y comprarse los libros y el uniforme para el curso del año próximo. Al paso de los días, y visto que el Comisario no adelantaba en las investigaciones, los parientes del niño y todos sus vecinos lobi se habían armado con arcos y flechas tradicionales, machetes y escopetas de caza y se habían dirigido a la Comisaria de Policía para pedir explicaciones. Al no recibirlas a su gusto, se habían vuelto y se habían declarado en rebeldía contra la Autoridad. Habían cortado carreteras y pistas alrededor de Gaouá, decretado una huelga general forzosa obligando a todo el mundo a cerrar los comercios, y establecido barreras en todas las calles del centro. En un país como Burkina Faso, en el que el 60 % de los habitantes, todo el Gobierno, Ejercito y toda la Administración, eran de etnia mossi "rebelarse contra la Autoridad" quería decir "rebelarse contra los mossi". ¡Llevaban dos días en guerra abierta contra todos los mossi del universo en general!. ¡¡Parecía ser, me contó Ikchmed, que los ánimos estaban ya realmente enardecidos ahora, y que los lobi de Gaouá buscaban a sus vecinos mossi para apalearlos mientras estos se reunían en bandas de auto-protección y se armaban también!!. Había un autentico estado de guerra en la ciudad. Y nosotros acabábamos de aterrizar allí con nuestro "XI RAID" turístico...  La verdad es que aquella noche yo no había dormido tranquilo...

Lo primero que hice el domingo 18 de agosto por la mañana fue irme a desayunar con  Ikchmed y preguntarle qué pensaba él que debíamos hacer. ¿Debíamos recoger las cosas y seguir ruta sin entretenernos allí?.
- "No podéis. Hoy por la mañana temprano los lobi han vuelto a bloquear los accesos alrededor de la ciudad. Estamos incomunicados otro día mas. No podéis marcharos", me contestó.
- "Bueno. Pues aquí nos quedamos. Podía habernos pillado en peor sitio... ¿Podemos ir a visitar Siwera y Tripora?", le pregunté. Eran dos viejos "soukhala" lobi muy antiguos.  Estaban en una zona entre Gaouá y el río Volta Negro, en el corazón de territorio lobi, y seria improbable zona de conflicto con los mossi, ya que no habría ninguno allí.
- "Yo creo que por esa pista no tendréis ningún problema. Allí solo hay lobis, así que no encontrareis ninguna barrera", me contestó Ikhmed de acuerdo conmigo.

Los compañeros habían venido desde muy lejos para visitar el corazón profundo y misterioso de África. Y estaba allí al lado. Por un lado no era cuestión de tenerlos recluidos en el hotel todo el día por muy seguro y tranquilo que fuera. Y por otro... ¿no querían conocer el autentico corazón del continente Negro?; ¡pues estaba allí fuera!. No podíamos dejar de ir a conocerlo personalmente. Había que forzar un poco la situación. Salimos a eso de las 10.00 h.

Al ir rodando rumbo a Siwera no encontramos ninguna barrera. Los lobi las habían puesto en las vías de comunicación hacia fuera, en todos los caminos pero con dirección a territorio mossi. Este que cogimos ahora pasaba justo debajo de las colinas sagradas de Poni, culminadas por poderosos altares de sacrificios animistas lobi. Serpenteaba entre ellas y, al cabo de una docena de kilómetros, se salia del valle por la izquierda y subía por unas laderas muy verdes rumbo al valle del río Volta Negro. Al llegar arriba vimos el "soukhala" de Tripora. Era una fortaleza de adobe de perímetro circular irregular con una sola puerta y amplisima terraza en el techo. Dejamos los coches en el mismísimo camino porque allí no había aparcamiento ni parecía que fuese a circular nadie, ¡por allí no pasaba ni Dios!, y nos acercamos andando. Damian, el chico lobi que Ikchmed había encargado que nos acompañase, se adelantó a preguntar. Un señor de edad indefinida pero no muy mayor, seguramente uno de los hijos mayores de la familia, nos lo permitió. Entramos todos en fila. Había un portal con unas bicicletas, herramientas de trabajo y algunas cabras asustadas al vernos dentro. Luego pasamos por otra puerta estrecha que había al fondo y nos vimos en un pasillo oscuro. Solo se veía algo por la luz que entraba desde las puertas que había a derecha e izquierda. Las paredes de este, que daba la vuelta a todo el "soukhala", hacían de muros de carga junto con los exteriores. El pasillo comunicaba con varios apartamentos a derecha e izquierda. Cada uno era para una de las mujeres del padre de familia. En los lobi lo habitual eran las familias de tres mamás, pero los hombres mas mayores tenían más porque acogían como esposas a las viudas de sus hermanos. Para construir el "soukhala" se habían puesto maderas que hacían de capitel en los muros, y se habían tendido vigas con ramas gruesas entre unos y otros.  Entre esas vigas y los capiteles de los muros se habían puesto palos separados unos 30 centímetros entre sí transversalmente. Y luego el cielorraso se formaba con ramas mas pequeñas. Hecho así el forjado se echaba el forjado del techo, que era de barro embadurnado con grasa de vaca. Y esa era la cubierta, que dejaba una terraza arriba.  En cada apartamento había la misma disposición; un salón de unos 20 metros cuadrados limpio y reluciente con una cocina de dos fuegos de leña al fondo levantada sobre una repisa mas o menos medio metro, otra de las paredes cubierta de vasijas de barro todas iguales apiladas en torres que llegaban hasta el techo, y la otra pared desnuda o con algunas ropas colgando de unas cuerdas atadas a las vigas del techo si no las habían guardado en cajones metálicos cerrados con candados. En una esquina tenían un espacio pequeño en el que entraba luz. Se veía una escalera de madera y un tragaluz arriba por el que, si eras un lobi, podías subir a la terraza del techo. Era tan estrecho que nosotros, mas gordos y grandes, con nuestras ropas de lluvias y las cámaras de fotos y macutos no podíamos subir. Ese cuartito se usaba de cuarto de baño, supuse que aprovechando el agua de lluvia cuando la hubiese... Tenia un canalón que desembocaba en una vasija de barro. También debía servir de mini aljibe. Cuando la vasija se llenase solo tenían que cerrar el tragaluz con alguna tapadera.

Dando la vuelta a todo el pasillo el señor que nos hacia de guía nos dijo que había una puerta por la que no podíamos entrar; ¡basta que lo dijese para azuzar nuestra curiosidad!. Era una habitación pequeñita iluminada tenuemente por otro pequeño tragaluz. Estaba llena de estatuillas, restos de gallinas y cabritos, plumas o cuernos, un taburete, palos y otras cosas. ¡Era el altar de sacrificios animistas familiar!.

Al final llegamos a otro apartamento por el que el señor de la casa nos invitó a subir a la terraza por la escalera de palo y el tragaluz. Al salir me dio la sensación de cambiar de dimensión de nuevo, de la suya a la nuestra. Bajamos del techo por otra escalera exterior y nos reunimos abajo. Aquella visita fue estupenda. ¡Parecía mentira que viviendo tan cerca de Gaouá esa familia siguiese alojándose como en épocas prehistóricas, en aquella casa tradicional!. No podría decir que no reuniese las condiciones necesarias porque todo estaba limpio, arreglado y bien dispuesto. ¡Pero es que parecía que no había ninguna evolución desde los tiempos del arco y las flechas...!. Frotándonos los ojos y dándole unos pocos euros al lobi nos volvimos a los coches y seguimos la visita por la estrecha pista que ahora serpenteaba entre arroyos, colinas y vaguadas.

Unos 20 kilómetros mas allá llegamos a una placa que señalaba el pueblo lobi de Triporá. Nos metimos a la izquierda. Rodamos un par de kilómetros y llegamos al final del camino... ¡sin ver Tripora!. Damian nos dijo que aparcásemos y le siguiésemos a pié.   Recorrimos unos 500 mts. por un estrecho sendero a través de campos cultivados con algodón, tabaco o maíz y llegamos a un "soukhala". Lo atravesamos y seguimos otro tanto hasta el siguiente. Y luego a otro mas grande mas allá. Finalmente nos detuvimos en el cuarto. Era el mas grande con diferencia. Volvimos a repetir la visita que habíamos hecho en Siwerá esta vez acompañados por un a mujer mayor muy maja. ¡Incleible, penetrar en aquel mundo lobi dentro de su "soukhala" inmenso...!. Volvimos a sumergirnos en su universo milenario, prehistórico. Muy muy muy interesante.

Al regresar a la pista principal Damian llamó nuestra atención a propósito de unas mujeres que estaban en una vaguada trabajando. Yo hubiera dicho que estaban cultivando algo, pero él me dijo que estaban buscando oro. ¡No lo tenia que haber dicho!. ¡Tiré del freno de mano, bajé el coche allí mismo y me lance a la carrera por el monte para ir a ver eso!.  Todos fuimos para allá muy interesados.
- "¿Nos dejarán ver como buscan el oro?", preguntamos a Damian mientras andábamos.
Él se acercó el primero, preguntó a las señoras y luego nos llamó. Nos acercamos.
Cada señora estaba en una pequeña poza llena de aguas de lluvia. Llevaban una azada y tres calabazas de diferentes tamaños. Nada mas. Allí mismo, cada una en su charco, echaban algo de tierra en la calabaza grande y la lavaban. Luego echaban el material en la mediana y lo volvían a lavar con mas cuidado. Por ultimo echaban lo que quedaba en una calabazita pequeña y, con mucho mimo, conseguían lavar el mineral hasta dejar unos pocos miligramos de oro en el fondo. ¡Lo magnifico del asunto era que cada vez que hacían la operación sacaban un poco de oro!. ¡Siempre!. Increíble pero cierto. Cada día cada una de ellas conseguía unos gramos de oro trabajando entre dos y tres horas. Era oro sagrado, y solo las mujeres mayores casadas y con hijos podían arrancarlo delicadamente a las colinas sagradas.

A ultimas horas de la mañana tocaba volver a Gaoua para comer en el hotel. Llevábamos dos semanas de viaje y todos queríamos un poco de descanso. Regresamos a la pista principal en el fondo del valle pasando por Siwerá. Y la enfilamos a la derecha de regreso a la ciudad. Cuando llegamos a las primeras casas vimos gente que marchaba a paso ligero hacia el centro, también. Un poco mas allá algunos nos hicieron señas para que no siguiéramos. ¡Había manifestación de lobis en la plaza del Mercado, en el centro!. Se veían caras de indignación. Un chico me dio golpes en el capó del coche con el puño cerrado. Otro le hizo un gesto de cortar el cuello con el dedo a Santiago en el segundo coche. ¡Nos detuvimos en seco!. Damian nos dijo que girásemos a la derecha y que nos desviásemos hacia lo alto de una colina que dominaba la ciudad. Subimos arriba y pasamos delante de varios edificios coloniales antiguos. Uno era el Cuartel de la Gendarmeria, pero vimos a los guardias que se subían a dos Toyota tipo furgoneta vestidos con cascos y escudos antidisturbios, y se iban hacia el fondo. Les seguimos "un poco" acongojados. Yo creo que ellos nos miraban alucinados;
- "Un grupo de turistas aquí, ahora...???", parecía que se decían.

Un poco mas allá Damian nos dijo que girásemos a la izquierda. Por allí podíamos bajar, dar un rodeo y llegar al hotel evitando pasar por el centro. Dejamos a los Gendarmes antidisturbios detrás. Callejeamos por los limites de la ciudad entre casas de adobe y habitantes refugiados dentro extrañados de vernos pasar. Finalmente desembocamos en la calle principal a medio camino entre el Mercado donde estaba toda la manifestación, y el hotel a la derecha... ¡Con la mala suerte de encontrarnos justo delante una de las barreras que habían puesto los "dozo" lobi armados de machetes, arcos, flechas y escopetas!.
- "¡¡Vaya, hombre!!. ¡¡Estamos arreglados!!".

Los "dozo" iban vestidos con trajes tradicionales de algodón marrones cubiertos de amuletos y "gri-gris" censados protegerles de las balas enemigas y volverlos invisibles, incluso. Yo llegue "mas bien un poco muy acongojado" a la barrera y, al frenar, noté que el coche no se paraba correctamente. El barro de la pista había ensuciado los discos, seguramente. En vez de parar donde me dijeron los de la barrera paré el coche un metro mas allá... ¡y estuve a punto de atropellar al "dozo" que se me había puesto delante!. Cuando se me acerco a la ventanilla del Nissan francamente enfadado dándome gritos diciéndome eso de "...¿Porqué no quieres parar?. ¿No te he dicho que pares...?" blandiendo un machete y una escopeta, lo único que se me ocurrió contestarle fue que no le había visto:
- "Disculpe. ¡¡Es que no le había visto!!. ¡Era Usted prácticamente invisible!", le dije. Lo juro. Y funcionó. El chico se tranquilizó. Yo creo que le satisfizo mi contestación, francamente.
Luego se acercó otro de los "dozo" de la barrera también armado con machete y fusil de caza de un solo cartucho, de aquellos construidos allí artesanalmente, recubierto de amuletos sobre su traje tradicional y quiso tranquilizarnos:
- " No se preocupen. Solamente estamos buscando mossis. Vamos a inspeccionar sus coches a ver si llevan a algún mossi dentro. Luego podrán seguir hacia el hotel ". ¡Pero no nos tranquilizó nada, la verdad...!. Yo pensé en mi mujer, que es mossi y que a veces viene conmigo de viaje; ¿que hubiera pasado si ella hubiese venido con nosotros...?.

Finalmente llegamos al hotel para la hora de la comida. Ikhmed había preparado berenjenas remozadas y puré de garbanzos de primero,  y brochetas de carne con patatas fritas de segundo. De postre hubo yogur de la casa. Y luego una reparadora siesta que a mi me supo a gloria.

Por la tarde tocó sacar todas las cosas del coche, limpiarlo, recolocarlo todo bien, poner a secar la tienda de campaña, ordenar las latas de comida y mirar la mecánica; niveles de los líquidos, estado de las correas, suspensiones, etcétera. Todo en orden. Por la noche otra agradable cena y mucho descanso. Yo me vi una película de chinos con Ikhmed en el patio. Recuerdo sentir una sensación extraña...


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Re: Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Notapor AOV el Vie Oct 26, 2012 8:00 pm

13ª CRONICA.  ETAPA 15.  DE GAOUÁ AL PARQUE NAZINGA.

día 19 de agosto.  De Gaouá al Parque Nac. Nazinga.  LA RUTA DE LOS ELEFANTES



El domingo 19 de agosto tocaba marcharse de Gauá. Fue una pena, todos habíamos pasado un buen día ayer allí. ¡Pero la vida del turista es así de dura!, ¡ningún día sin su afán!, había que recorrer unos 400 kms. de pistas y carreteras hacia el este para ir a visitar el Parque Nacional Nazinga. Pero había un detalle; los lobi seguían bloqueando los accesos a la ciudad. Teníamos pensado que, si nos cerraban el paso por la carretera, daríamos un amplio rodeo por las pequeñas pistas de ayer que iban hasta el valle del río Volta Negro y saldríamos a tierras mossi por los senderos que bordeaban el río. Pero no hizo falta; nos acercamos despacio a la barrera y vimos que estaba levantada. Había unos hombres, pero estaban en las cunetas. Les saludamos con la mano y pasamos. Tenían sus arcos tradicionales al hombro y las escopetas de caza apoyadas en los bancos. Se les veía serios, yo diría que tristes. Había que entender una cosa; en África Negra la mortalidad infantil era muy elevada e, incluso, a los chicos que no habían concluido sus ritos iniciaticos animistas no se les llegaba a dar la categoría de seres humanos propiamente hablando todavía, incluso. Pero lo que trastornaba tanto a aquella gente era que la muerte del chico hubiese sido un asesinato ritual, un sacrificio animista. Había ocurrido una intromisión en su mundo espiritual, en su universo místico, un ataque a la dimensión espiritual de su sociedad. Y eso era lo que tanto les preocupaba. Allí todo el mundo sabia de la gravedad de aquella situación, y que no iban a cejar en sus esfuerzos por llegar al fondo de lo que había ocurrido. Les vi sumergirse en el fondo de mi retrovisor cuando nos fuimos alejando, y pensé que ellos vivían en un mundo inalcanzable para mi. Eran gente admirable, los lobi.

A unos 100 kms. de buena carretera llegamos a Diebugu. Ali había una cosa curiosa que visitar; "La Casa Escondida". Era una construcción troglodita tallada en la pura roca de una colina redonda. Tenia un acceso central de unos dos metros cuadrados y unos diez metros de profundidad que daba acceso a seis pasillos de unos veinte metros de largo. En ellos había habitaciones a derecha e izquierda. Mirandolo bien pensé que tenia la disposición de un "soukhala" lobi interiormente, pero de forma radial en vez de circular. Había un chico que se empeñó en hacernos de guiá. Y nos explicó que algunos viejos del pueblo recordaban todavía cuando fue construida a principios de siglo XX, en épocas coloniales francesas. Nos dijo que lo habían construido los militares. Yo tenia entendido que era mas antigua, del siglo XVII o XVIII y construida por Blancos traficantes de esclavos llegados desde el sur, desde la Costa de Los Esclavos del Golfo de Guinea...

La visita fue rápida, y seguimos ruta. Unos 60 kms. mas allá nos salimos de la carretera por la derecha porque esta continuaba hacia Ouagadugu, la capital, y nosotros íbamos hacia el sur del país, hacia la frontera de Ghana. La pista era buena. Se podía rodar deprisa, en cuarta y quinta velocidad, a unos 80 kms./hora. A medo día casi habíamos llegado. En total recorrimos unos matinales 300 kms.

Únicamente los últimos kilómetros fueron un poco comprometidos. Nos tuvimos que desviar de la pista principal de Pa a Pó y entrar en una secundaria mas trialera entre campos cultivados, riachuelos y sabanas. Por la tarde a primera hora llegamos a la entrada del parque Nacional Nazinga. Había un arco de cemento muy historiado. Y una caseta de control. Un guardia forestal nos explicó que, si entrabamos al Parque, debíamos ir directamente hasta el "campement" o "lodge" y alojarnos en sus habitaciones. Dentro no podíamos acampar con nuestras tiendas de campaña. Estaba a unos 30 kms. siguiendo la única pista que veríamos, todo derecho, sin desviarnos. Las tasas de entrada no eran excesivas, unos 20 euros por persona. Y el precio del "campement" de unos 15 euros la habitación doble. También había que pagar un par de euros por cámara de fotos, pero eso se lo "negociamos" para que nos permitiera pagar solamente una cámara por coche. ¡Nos pareció que lo suyo era regatearle algo!; ¡debió pensar que vaya turistas tan racanos que eramos...!.

Entramos expectantes. Gustavo me preguntó qué animales veríamos, y yo le respondí que de diferentes tipos en vez de contestarle que no tenia ni la mas mínima idea. Había estado allí antes, pero siempre en "Época seca", cuando era mas recomendable. Ahora, en "Época de lluvias", había mucha vegetación, las hierbas de la sabana superaban en altura a nuestros vehículos incluso, y no se podían divisar vistas panorámicas lo suficientemente extensas como para llegar a ver animales. Recorrimos unos 10 kms. por una pista estrecha pero fácil y recta cuando sorpresivamente oímos por la radio a Virginia gritar anunciando elefantes a la derecha. ¡Sorpresa general!. ¡Teníais que ver como estirábamos el cuello y acabamos los ojos!. Yo miraba al horizonte lo mas lejos posible haciendo un barrido de delante a atrás cuando... ¡¡sorpresa!!, ¡¡estaban allí mismo, a menos de cincuenta metros, no mas lejos!!. ¡Y había un montón!. Vimos una manada grande de elefantes. Eran pequeños de talla y oscuros de piel. Se veían machos, hembras y pequeñas crías que iban sujetando el rabo de sus mamas con su pequeña trompa. Se movían despacio. Nosotros nos detuvimos y apagamos los motores. Ellos se detuvieron también todos a la vez levantando las trompas. El encuentro fue mágico. Estuvimos un buen rato disfrutándolo. Ellos se fueron acercando poco a poco. Se diría que estábamos en su camino.

Al cabo de un rato oímos por la radio al Toyota de cabeza decir que seguíamos. Estaba atardeciendo y todavía teníamos unos 20 kms. par llegar al "campement". Ellos arrancaron y se alejaron, pero nosotros, que íbamos los últimos, nos quedamos quietos en silencio allí parados. Entonces fue cuando la gran manada entera se puso en marcha y se acerco directamente hacia nuestra posición. Únicamente cuando estaban a unos cinco o diez metros se dieron cuenta de nuestra sigilosa presencia. Volvieron a parar y a olisquear el aire en nuestra dirección. Les estuvimos viendo allí al lado. Casi sentíamos su olor. Y sus ruidos; eructaban, pedorreaban, bramian... Disfrutamos su compañía.

Al cabo de un rato también nosotros seguimos nuestro camino. Nos alejamos. Pensábamos que no volveríamos a verlos... ¡cuando vimos pasar corriendo delante nuestro unos antílopes grandes como caballos, color marrón y con una raya negra sobre el lomo desde las crines hasta el rabo, de cuernos grandes, rectos y finos!. Se oía su galopar y los saltos que daban por encima de ramas de casi dos metros. Espectacular.

Luego alcanzamos a los compañeros. Había que cruzar un arrollo con bastante agua que corría por la pista unos 50 mts. Nos metimos con cuidado pero el firme estaba duro, y pasamos sin problemas. Hubo algunos otros pasos de arroyos del mismo estilo. Había mucha vegetación pero de vez en cuando salíamos a terreno mas abierto. Al final, ya al atardecer definitivamente, llegamos a una gran laguna. Se veía el "campement" al otro lado. Cruzamos el agua por un vado y nos presentamos frente a un edificio rojo en el que ponía "Recepción". En el aparcamiento había tres antiguos Toyota BJ65 bien cuidados, alquilados en Ouagadugu por unos turistas holandeses que ya estaban allí. Unos guardias forestales tan amables como el de la puerta nos dieron las llaves de las habitaciones. Había cinco adosadas en un mismo edificio y una sexta en un bungalow un poco mas alejado. Al fondo, junto al lago, había un edificio mas grande. Era el comedor. Cenamos bastante bien arroz con pollo y carne roja de caza con patatas fritas. ¡¡Impresionante!!.


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AOV
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Re: Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Notapor overlander el Sab Oct 27, 2012 10:22 am

uff... que siga, que siga...Que guapas las fotos..
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overlander
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Re: Propongo el "XI RAID A BURKINA FASO agosto 2012"

Notapor AOV el Lun Oct 29, 2012 10:40 am

14ª Y ULTIMA CRONICA. ETAPA 16. DEL PARQUE NAZINGA A OUAGADUGU.

día 20 de agosto. Del Parque Nazinga a Ouagadugu. LA RUTA DE LOS MOSSÍ. FIN.



Dentro, la habitación del "campement" eran cuatro paredes con ventana, un techo con ventilador y un cuarto de baño con retrete y ducha. Nada mas. ¡Pero fuera... ¡¡Haaaa, fueraaaaa....!!!. Cuando vi la primera claridad en la ventana salí y me dí con el autentico corazón profundo y misterioso de África Negra de narices. El escenario era fabuloso. Nuestro bungalow estaba sumergido en una selva de arboles grandes y hierba alta muy verde. Delante había un camino que llevaba a un lago que, flotando bajo una niebla, reflejaba la luz del amanecer. Detrás había otro camino que me decía; "Ven, vennnnn, entraaaaa...". Y para allá que me fui, desde luego!. Yo nunca me llame "Resistencia" para esas cosas. Aunque tal vez no debí haberme ido...

Un cartel anunciaba "Pista de Aterrizaje". Pensé que seria buena idea ir hasta allí, a ver si había una pradera despejada que permitiese una mejor vista panorámica. Tal vez apareciese alguna gacelilla despistada. En realidad el que iba despistado era yo;
- " Andando no mas de unos 500 metros oigo un ruido entre los arboles de pronto. Yo, que soy de Madrid y no conozco el campo, miro a ver si es ruido de algún bichillo que pueda andar arrastrándose por el suelo. Cuando, de repente... ¡lo que veo son las uñas negras llenas de arena de una pata gigante toda arrugada entre las ramas!. ¡Miro para arriba y veo tras el arbusto detrás de un árbol al pedazo de elefante mas grande y monstruoso que he visto en mi vida!. ¡En realidad nunca he visto uno igual tan de cerca!. ¡Dos orejas inmensas como campos de tenis abanican sujetas en medio de una cabeza deformada con una frente tipo ariete de carnero mitológico sobre una trompa arrugada llena de pelos de plástico bamboleándose, amenazando con darme un gancho por la derecha entre dos colmillos amarillos manchados de sangre, creo yo...!!. Sus ojos negros me miran fijamente con mala leche, me parece a mi: " MECAGOENDIEZZZZZ, ¿QUEEEEEEEE...?."

Del susto casi se me salió el corazón. Di un bote tipo mono, salió de mi el primate que llevaba dentro, y corrí hacia atrás. No me dio tiempo ni a darme la vuelta. Solamente retrocedí, no sé si a dos o a cuatro patas. ¡Creo que me escapé de una colleja de trompa elefantuna por el miedo que me dio!. Supongo que si no hubiera sido tan rápido en echar para atrás unos diez metros, el puto elefante me la habría dado. Como vi en ese momento posterior al de me inminente muerte que el bicho me perdonaba la vida, me detuve y me acordé que tenia una cámara en el bolsillo. Fue sacarla, ponerla en marcha, puntar y tirarle una foto al paquidermo monstruoso; ¡había que contarle el asunto a mi mujer luego, y tengo la experiencia de que no se cree ninguna de las batallas que la cuento!. ¡Se cree que trato de impresionarla!. Así que tiré dos o tres fotos a medida que seguía retrocediendo.

A una distancia un poco mas aceptable, y como vi que el bicho asesino no hacia ademán de venirse contra mi a darme la colleja definitiva prometida, me repuse un poco. Le tiré mas fotos. Y como la bestia salvaje parecía que se conformaba con mover la cabeza a derecha e izquierda como diciendo "NO", de arriba a abajo diciendo ahora "SI" y girándola sobre el cuello como diciendo "OTRO TURISTA PARDILLOOOO", levantando la trompa con un "¡QUE TE DOY, PRINGADO...!" pero sin avanzar un paso sobre mi perdonándome la vida, al final hasta me tranquilicé un poco. Acerté a poner la cámara en forma "película" para filmar el momento posterior a mi inminente muerte fallida por colleja bestial.

De vuelta al "campement" avisé del encuentro a los compañeros que vi levantados. En vez de un "No vayáis por allí que hay un elefante gigante" les dije aquello de...; "Ir por allí, ya veréis...!". ¡¡Pensé que no era bueno guardarme para mí el momento estelar de todo el puto RAID!!. Luego me fui a refugiar al comedor. El desayuno fue estupendo porque, ademas del café, el pan y la mermelada, el bicho gigante se vino hasta el lago delante del "campement" y se puso a bañarse; se echaba agua por encima con la trompa mojando varios metros cuadrados alrededor. Nos miraba. Yo creo que me estaba mirando a mi. Estaba a unos 50 mts. pero vi perfectamente como sus ojos negros estaban fijados sobre mi. No se si se estaba riendo o bebía agua. Y volvía a girar la cabeza sobre el cuello...

A media mañana tocaba marcharse de allí. Os aseguro que lo hice con mucha pena. Y prometiéndome volver alguna vez, también. Pagamos. En la "Recepción" había un guardia que, primero, se ofreció para acompañarnos a dar una vuelta. Y luego nos señaló que no debíamos dar una vuelta solos por el Parque, y que debíamos salir todo derecho por la misma pista de entrada. Pero ocurrió que, atravesado el vado que cruzaba el lago, en el primer desvío que encontramos vimos las huellas de los Toyota alquilados por los holandeses, los cuales sí habían cogido un guía para dar otra vuelta matinal. Y las seguimos "sin darnos cuenta". Pensamos que si el guía sabia por donde debía ir para ver mas bichos madrugadores, nosotros solo debíamos hacer lo mismo. Efectivamente, vimos una ultima manada de elefantes muy cerca de la pista. Era mas pequeña que la de ayer pero el día resplandecía, el cielo estaba muy azul y el sol iluminaba la estampa africana como si se tratara de un reportaje de la " 2 ". Finalmente encontramos la salida nosotros solos felices y contentos.

Antes de llegar a Ouagadugu, la capital, y dar por terminado el "XI RAID A BURKINA FASO, AGOSTO 2012" todavía quedaba una ultima visita africana que hacer. Cierto que todos estábamos cansados pero también que era una pena pasar cerca de los mas interesantes poblados gurunsis del país sin desviarnos un ultimo centenar de kilómetros para verlos. Antes de empezar, desde España, habíamos imaginado que lo mas normal seria encontrar un día nublado y llovioso típico de la "Época de Lluvias" en la que estábamos. Y habíamos "pensado" que iba a estar bien una ultima jornada de RAID tipo "traca final valenciana" con una pista de 200 kms. difícil y embarrada. Sin embargo el día fue soleado y seco, la temperatura buena y el clima agradable, con la pista completamente seca. ¡Tal vez demasiado, incluso, porque los vehículos dejaban tras de sí una niebla de polvo marrón flotando en el habiente cuando pasábamos!. Luego la sabana recobraba su silencio habitual.

La parada en Tiebelé fue muy interesante. Pau aseguró que la mas interesante de todas las realizadas en un poblado indígena desde su punto de vista. Y yo estuve de acuerdo en que el joven guía local, un chico del pueblo que nos había acompañado y explicado todo, había estado muy bien y nos había permitido una buena visita.

Hubo unos últimos 200 kms. de pista y otros últimos 100 de carretera. Y llegamos a Ouagadugu caída la noche. Allí teníamos la META del "XI RAID". Era una ciudad grande muy activa llena de vida a esas primeras horas de la noche. Hacia mucho calor durante el día, ¡esa no era una ciudad para Blancos!, pero por la noche era muy recomendable. Y el hotel 3* "Ricardo" también, esta vez subjetivamente hablando: Yo siempre he estado muy a mi gusto allí. Y como era el único del grupo que conocía aquello, todos los compañeros se fiaron de mí y se quedaron allí. Era un hotel construido originalmente como "campement" de caza cerca de la cuidad, en los años 50 del siglo pasado. Pero ahora, con el crecimiento de esta, había quedado sumergido dentro del casco urbano. Sin embargo seguía conservando un cierto aire "Safari" de aquellos años, el de las películas tipo "Daktari" de la televisión, con sus perros de caza por allí pululando, los trofeos de animales disecados en las paredes, muebles estilo "modernista" se esos tiempos, pieles de colores colocadas como alfombras, plantas de salón tropicales, cuadros con motivos africanos... Yo creo que estuvo bien, el hotel. Y su piscina también.

Con esto termino el relato del "XI RAID A BURKINA FASO, AGOSTO 2012". ¡Desde luego, todo ello desde mi punto de vista!. Supongo que cada uno de los compañeros que participaron conmigo tendrán sus opiniones.... Yo creo que todos quedaron también satisfechos pero eso son ellos quienes deben decirlo. Espero que os halla entretenido el relato.


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Saludos y hasta la próxima.
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